Gurelur vuelve a recordar que la caza es incompatible con el mantenimiento del equilibrio ecológico del medio ambiente · GURELUR

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La caza está acabando con sus poblaciones

Los bioindicadores más conspicuos del desastre ecológico en el que estamos inmersos en estos momentos son las aves, ya que una parte importante de ellas están desapareciendo o se están rarificando. Algunas de estas especies hasta hace pocos años eran comunes en los distintos ecosistemas navarros. Quebrantahuesos, águila de Bonelli, aguilucho cenizo, alimoche, escribano palustre, tórtola común, son algunas de las especies que hasta hace escasas fechas adornaban los cielos de Navarra y cumplían su cometido en el mantenimiento del imprescindible equilibrio ecológico de nuestros campos.

Entre las causas que han llevado a la naturaleza navarra a esta agónica situación se encuentra la agresiva gestión del medio ambiente navarro por parte de la Consejera de Medio Ambiente, que permite y apoya cualquier proyecto a desarrollar en el medio ambiente navarro, independiente de las afecciones que puedan ocasionar y el abandono total de la gestión de los espacios y especies protegidos.

Las aves, además de estar en peligro de extinción por las causas citadas, están desapareciendo por el azote de la caza, cuyos practicantes siguen disparando como siempre a pesar de la rarificación poblacional de las aves cinegéticas y también de las catalogadas. La caza, para el que no ha tomado conciencia de las consecuencias que esta destructiva actividad acarrea, es matar a un ser vivo sin ninguna necesidad. Ver un ave sin vida, tras ser abatida por una persona con una escopeta es un acto execrable que nos degrada como especie.

El futuro de la vida en sus escopetas

Por si la eliminación por disparo de las aves fuera poca afección al medio natural, la Consejera de Medio Ambiente también está fomentando el mantenimiento en cautividad de especies protegidas, suponiendo este comportamiento una tortura inadmisible para las aves condenadas de por vida a permanecer cautivas. Esta execrable tortura animal motivó en su día una firma conjunta de dirigentes de cazadores, grupos ecologistas y de la Consejera Yolanda Barcina, rechazando esta degradante e insostenible actividad en Navarra.

Lo que nadie puede negar, se esté o no a favor de la caza, es que esta actividad aparte de ser totalmente innecesaria y repudiada por una parte importante de la sociedad navarra, es parte de la causa de la rarificación y/o desaparición de algunas aves en Navarra, quitándoles para ello la vida mediante el uso de armas de fuego, privando al resto de la población navarra de poder disfrutar de la presencia de las aves y de los beneficios ambientales que su presencia aporta a nuestro medio ambiente. ¡¡queremos vida!!    

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