GURELUR - Fondo Navarro para la Protección del Medio Natural
Manuel de Falla, 8
31005 Pamplona/Iruña
Tel.: 948 15 10 77 · 606 980 068
gurelur@gurelur.org
Organización sin ánimo de lucro
Año de fundación: 1991
Ámbito de actuación: Navarra
Hasta la fecha, en época de avenidas, los agricultores y ganaderos echaban la culpa de las riadas y de sus consecuencias negativas al Gobierno de Navarra, por no eliminar la vegetación de las orillas de los ríos y por no hormigonarlas. Se ha demostrado científicamente que lo que piden es una barbaridad. Ahora, de forma totalmente alucinante, en Navarra la UAGN echa la culpa a los castores. Qué será lo próximo!.
Las tenemos que rechazar por su falta de base científica y porque, una vez más, se utiliza de chivo expiatorio a la fauna silvestre, cuando la responsabilidad es del ser humano, en concreto de los responsables administrativos del cuidado de los ecosistemas fluviales.
Los castores aprovechan la escasa vegetación ribereña que hemos dejado tras esquilmar sus orillas, reducida a una o pocas filas de arbolillos. Ese grave deterioro de las orillas es lo que favorece que las riadas alcancen la virulencia denunciada por los agricultores, al no haber barreras naturales, los sotos fluviales, que detengan y desvíen el agua a zonas naturales como madres y llanuras de inundación. Además, empeorando el problema, estas zonas de desbordamiento suelen estar ocupadas o inutilizadas por la presencia de distintas actividades humanas. Los castores al acumular vegetación en ciertas zonas proporcionan un filtro natural que depura el agua que pasa por sus madrigueras y construcciones, acumulaciones que en ningún caso ocasionan los problemas descritos por los agricultores. Estas acumulaciones permiten el asentamiento y dispersión de fauna y flora que hemos expulsado de nuestros cauces. Además, los castores nunca se alejan lo suficiente del río como para ocasionar daños fuera del mismo, daños que, insistimos, afectan en todo caso a la raquítica vegetación que hemos dejado en las orillas. Si hubiera miles de árboles y cientos de hectáreas de sotos fluviales, que es lo que los ríos y nosotros necesitamos para su correcta conservación, los castores ni sabríamos que están, pero claro, dejamos jardincitos fluviales y los castores los estropean…
Echar la culpa de estas afecciones a la "suciedad" del río es una canción del siglo pasado que ya no cuela. Además, antes de la presencia de castores ya sucedían riadas e inundaciones y los remedios que se han aplicado y que demanda el sindicato agroganadero no han dado nunca resultados prácticos, excepto para los bolsillos de algunas contratas y muchas veces trasladando el problema aguas abajo. Culpar a los restos acumulados por los castores de las inundaciones es absurdo, las riadas excepcionales, que es de lo que estamos tratando, se llevan por delante infraestructuras, casas y todo lo que pillan por delante y la amalgama de ramas y troncos que forman los castores está perfectamente adaptada a reventar con las riadas y no a frenarlas ni agravarlas (son estructuras evolucionadas con la dinámica fluvial durante millones de años), puesto que ellos mismos se ahogarían. Cuando esto sucede ellos se retiran tierra adentro manteniendo una pequeña distancia al agua, nunca se alejan de ella.
Por ello Gurelur solicita que no se haga demagogia ni se ponga en el disparadero a los castores, puesto que el problema no es ese y las soluciones exigidas por los representantes de los agricultores no son, ni han sido ni serán útiles.Gurelur demanda la protección y conservación real de las orillas y riberas naturales, dando espacio al río y por ende a todos los seres vivos que lo habitan, incluidos los demonizados castores.
© GURELUR, 2012
Circular - Aviso Legal - Revista de Gurelur - abogada - Chandríos legislatura - Mapa Web - Accesibilidad - Diseñador Web Diseño web profesional