Gurelur ha solicitado a la Consejera de Medio Ambiente una moratoria eólica · GURELUR
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Año de fundación: 1991
Ámbito de actuación: Navarra
Gurelur ha solicitado a la Consejera de Medio Ambiente una moratoria eólica
El desarrollo incontrolado e ilegal de las cerca de cuarenta centrales eólicas en Navarra, han causado ya la muerte de más de 60.000 ejemplares de aves y murciélagos protegidos. A pesar de ello, no se ha hecho nada para tratar de evitar esta mortandad, faltando al compromiso de eliminar los aerogeneradores que causaran mayor mortandad de aves.
Gurelur ha solicitado a la Consejera de Medio Ambiente que dicte una moratoria eólica, de al menos 10 años, y que en ese período se lleven a cabo los estudios necesarios para cuantificar las afecciones que este tipo de instalaciones están ocasionando en el medio ambiente navarro, y que con los datos y conclusiones que resulten de los mismos se abra un debate social sobre la viabilidad ambiental y legal de los parques ya construidos y de los proyectos presentados.
En los últimos años, coincidiendo con el mandato de la actual Consejera de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, se han tramitado y autorizado varios parques eólicos, tras varios años en los que no se autorizaban las nuevas peticiones de proyectos eólicos. Esto era así, debido principalmente a que Navarra estaba y está saturada de instalaciones eólicas en nuestros montes.
El desarrollo descontrolado de la energía eólica en Navarra ha supuesto la mayor afección ambiental de los últimos años en nuestra Comunidad, ya que con la construcción de centrales eólicas en nuestros montes se ha producido su industrialización, dado que los parques eólicos conllevan la construcción de pistas y carreteras, la tala de miles de arbustos y árboles, implantar aerogeneradores de hasta 200 metros de altura hormigonando para ello grandes extensiones de suelo, y construir edificios y tendidos para evacuar la energía que se produce. Esta industrialización ha producido la destrucción del paisaje de los montes navarros, la pérdida de usos tradicionales respetuosos con el medio y por encima de todo ello la muerte de más de 60.000 ejemplares de fauna protegida. Estas mortandades se ha podido constatar por los estudios llevados a cabo por el propio Gobierno de Navarra y por los seguimientos por parte de las empresas eólicas sobre la mortandad de fauna en los parques.
En el año 1996 el Gobierno de Navarra aprobó el Decreto Foral 685/1996 por el que se suspendía la implantación de nuevos Parques Eólicos. El Gobierno justificó la necesidad de suspender la aprobación de nuevos parques eólicos a que se había cumplido con creces los objetivos de potencia instalada y de producción que contemplaba el Plan Energético de Navarra, para el año 2000, y lo que es más importante porque la profusión y ocupación del territorio produce un impacto ambiental en el paisaje, suelo, avifauna y otros valores naturales.
Si se quiere aumentar la potencia de energía eólica instalada en Navarra, sin causar nuevas afecciones ambientales, basta con repotenciar los aerogeneradores ya instalados. La mayoría de los aerogeneradores instalados hasta la fecha en Navarra oscilan entre los 400 y los 660 kilovatios y están ya cerca de tener que ser reemplazados por haberse quedado obsoletos tecnológicamente y porque está acabando su vida útil, que según las empresas que los instalaron ronda entre los 15 y los 20 años.
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